La eufórica muchachada que vemos en el telediario empuñando el inevitable AK47 pregona la libertad pero no deberíamos engañarnos sobre su sentido.
La reputación del dispensador de componendas
Vivimos un tiempo de reputaciones manchadas e inciertas. La calle está tan embarrada que el paso descuidado de un patinete puede echar a perder el traje con el que laboriosamente cubres tus vergüenzas.
La marioneta sin hilos
El olvido, he aquí el contrincante principal del viejo, que intenta frenar la vertiginosa deriva cuesta abajo que le lleva a él.
Congreso en estado de sitio
El capital político acumulado no justifica el desánimo, pero por alguna razón este parece manifiesto. El congreso, en vez de exorcizarlo, diríase que lo ha hecho más evidente, como si aún pesara sobre el colectivo el extraño apagón de cinco días que el líder se dio a sí mismo siete meses atrás.