¿De qué otro modo que como delitos políticos se pueden calificar la rebelión y la sedición de los que acusan a don Puigdemont y compañía?
Rebeldes y sediciosos
Rebelión y sedición, diga lo que diga el código penal. evoca una estampa goyesca de majos acuchillando a los mamelucos a caballo, y fusilados más tarde en la montaña de Príncipe Pío.
La fuga
La fuga de don Puigdemont parece tener dos objetivos: librar la batalla judicial que le espera desde un campo más propicio a sus intereses e internacionalizar la estrategia del victimismo.
El clímax
Cuando llegaba al clímax de la cuestión y parecía –ahora, ahora por fin- que iba a declarar la independencia, la ha suspendido, no la independencia, que no ha proclamado, sino sus efectos, que nadie sabe cuáles son.