Una izquierda que pedalea en el vacío y una derecha cuyo bienestar está amenazado o mengua a ojos vista, ambas enfrentadas a grito pelado, y la plaza del mercado convertida en el patio de Monipodio.

Los dos son individuos desquiciados, impostores que arrojan sobre la sociedad el coste de sus frustraciones.

Los héroes del cine de Clint Eastwood encarnan un malestar y un desacoplamiento irremediable respecto a su entorno, en permanente búsqueda de una decencia que les elude.

Si el ‘estado del bienestar’ no funciona, mejor dinamitarlo y eso es lo que ha hecho una alianza de matones enriquecidos y de infelices maltratados y resentidos

El debate lo ha ganado Harris pero Trump no ha perdido ni un voto a favor de su adversaria, después de haberse despachado como lo que es, un tipo que ha hecho de la mentira un arma temible.