Las alusiones económicas en los mensajes electorales son reclamos para movilizar la esperanza (las pensiones se ajustarán al coste de la vida) o provocar el miedo (estamos en una recesión económica). Esperanza y miedo funcionan en planos distintos y entrelazados crean un paradigma ciclotímico, pero ni una ni otro sirven para apresar la realidad que nos envuelve.
Ganar las elecciones, ganar la historia
Todo indica que, por ahora y en este país, la batalla no está dirimida. La izquierda aún puede ganar las elecciones; pero debe ganar también la historia y para eso no parece tener envergadura y cuajo suficientes.