El caso de la diputada riojana parece un experimento de laboratorio. Su conducta cimarrona ha sido reprobada por la dirección de su partido pero en verdad no ha hecho otra cosa que imitar a su líder, que intenta conseguir lo mismo en el gobierno nacional. El chirriante comportamiento de doña Romero es el de una fiel y aventajada prosélita.
Una leyenda griega
Lo intrigante de la situación es la mansedumbre con que el electorado griego ha volcado su apoyo a la derecha responsable de la fraudulenta crisis con la que tuvo que lidiar don Tsipras. Como en el famoso microrrelato, cuando los griegos despertaron del austericidio, el dinosaurio que los había engañado y saqueado seguía ahí, listo para hacerse con el mando que los votantes le han entregado sin dudarlo.
El retorno de la ideología, 2
En los dos lances electorales en los que ha medido sus fuerzas, el resultado del pesoe ha sido ambiguo. En las generales pareció captar un deseo generalizado de tranquilidad y buen gobierno después de la insufrible corrupción de la derecha y de la sacudida catalana, y lo consiguió en precario, pero en las autonómicas y municipales no ha podido dominar el avispero de ambiciones locales en que se ha convertido el multipartidismo.
Casta y gente
La gente –la némesis de la casta en la teología podemita- necesita saber qué ha de hacer para recuperar su lugar en la sociedad de la que está siendo masivamente expulsada. La respuesta aún está pendiente.
Una historia podemita, otra
Y hasta aquí el chiste, que no tiene maldita gracia. Ahora falta que alguien cuente la triste y completa historia de un proyecto político demolido por los mismos que lo pusieron en pie