Los europeos occidentales necesitamos conocer esta historia porque, una vez más y casi un siglo después, estamos abocados a una guerra en Europa y por Europa que se ha encendido en estas ‘tierras de sangre’.

No es lo mismo contar una historia en un teatro con la platea llena de espectadores bien cenados que contarla a una inabarcable multitud con el estómago vacío.

Diríase que la razón de la existencia de Rusia es inyectar a occidente, periódicamente, una dosis masiva de autoestima, que le lleva a reafirmarse en lo estupenda que es la vida en esta parte del planeta.

Europa es una entidad dependiente y si hay que elegir un paraguas imperial para cubrirse de las inclemencias del tiempo, que sea el imperio conocido, el de toda la vida.

Qué raro que Ucrania ganara ayer el certamen de Eurovisión.