Mientras la papeleta de voto cae blandamente en la urna, no importa la ira o el fervor que habite en quien la empuja, las noticias disponibles son de ayer. Una jornada electoral es como el día de año nuevo, veinticuatro horas de resaca del pasado y de esperanza en el porvenir. También de promesas a uno mismo que nadie cumplirá. La pauta la marcó don Felipe González allá por 1993 cuando recibió el primer revolcón electoral de su mandato. He entendido el mensaje, dijo el prócer. Pero evidentemente no lo había entendido, ni ganas, y al siguiente envite, tres años después, fue desalojado de la poltrona. Ya verán cómo mañana los políticos que han protagonizado el guiñol de la campaña son los mismos que ayer, solo que el teatrillo ha terminado y la acción se desplaza a la prosa del boe, que nadie lee. La buena noticia es que en Madrid podrán seguir tomando cañas, sea quien sea el que empuñe el boe.
La jornada de reflexión es una reliquia litúrgica de cuando la iglesia prescribía el ayuno del día anterior a recibir la hostia consagrada. Un día en blanco, o de bajonazo, como dicen ahora, y hay que ser muy del antiguo régimen para pasarlo reflexionando. Eso es lo que ha hecho don Félix Tezanos, el gran brujo de la estadística electoral y el último mohicano del pretérito pesoe, guerrista por más señas y resucitado por don Sánchez, diríase que para ponérselo fácil a sus adversarios. En este día de silencio, don Tezanos ha publicado un artículo, tan ligero como un bocadillo de polvorones, en el que explica, digamos, la visión electoral que dan las estadísticas y de la que los electores están al cabo de la calle. No es este tiempo de artículos presuntamente sesudos ante los que el lector aún no ha llegado al segundo párrafo y ya se sabe el final porque lo ha captado en tuiter o en la barra del bar donde toma la cañita.
En el plúmbeo texto de don Tezanos se pueden encontrar algunas obviedades como la siguiente: el PP ha recurrido a un amplio sector social que se nuclea en torno al mundo de las tabernas, los bares, los restaurantes y otros establecimientos similares. Establecimientos que Madrid tiene en abundancia. Posiblemente más que ninguna otra ciudad del mundo. Repárese en lo de y otros establecimientos similares. ¿Se puede ser más viejuno? El artículo, publicado en una ignota revista de pensamiento socialdemócrata, ha sido de inmediato detectado por los carroñeros que vigilan desde el cielo la salubridad del ecosistema y han empezado a deglutirlo con gran júbilo por donde empiezan estos banquetes, por las partes blandas. El presidente del CIS insulta a los votantes de Isabel Díaz Ayuso y les llama tabernarios, gorjea uno. Tezanos ataca a Ayuso antes del 4-M y llama tabernarios a los votantes del PP, argumenta otro. Y ya por elevación: Tezanos resalta la «escasa entidad intelectual» de Isabel Díaz Ayuso e insulta a sus votantes, por último.
Vamos a ver, ¿qué necesidad tenía don Tezanos de reflexionar en el día de reflexión? Dicho de otro modo: ¿qué necesidad tenía el elefante de interesarse por la vajilla de porcelana el día anterior a la boda? ¿Acaso el pesoe cree que no ha hecho una campaña lo suficientemente paquidérmica con don Gabilondo al frente? Alguien debería contar a don Iván Redondo o a quien corresponda que la derecha se prepara para una impugnación de las elecciones en el improbable caso de que gane la izquierda (tanto más improbable si las ayudas que recibe son las reflexiones de don Tezanos). Esta presumible impugnación por fraude electoral, independientemente de su entidad real, dará pasto al resentimiento de la derecha durante meses y años, ahora que el bulo de la autoría de los atentados del 14M parece que ha agotado su recorrido, diecisiete años después.