La peste vacía de sentido las palabras, las vuelve conjeturales, reiterativas, ociosas en último extremo. El lenguaje ocupa el espacio en el que podemos decir que estamos vivos, y ahora que este parece acortarse, el lenguaje se hace proliferante, pegajoso e inane. La gente quiere mensajes cortos, secos e inteligibles, y eficientes, claro está, y lo que encuentra alrededor es el país de los palabristas. Como muestra, estas líneas.
Virus en la casa real
Es lógico que el buen pueblo no haya querido saber nada del despido del rey viejo porque bastantes viejos hay de los que ocuparnos todos. En la real familia también andan en cábalas y, a su medida y conveniencia, toman decisiones. Nos cuesta entender que la monarquía es el negocio de los monarcas al que entregan la misma dedicación que los plebeyos a sus negocios plebeyos, y en ese sentido es una institución plenamente democrática: cada uno está a lo suyo en su casa y la peste en la de todos.
Nuestros mayores
Entre las hojas muertas de la información asperjada en las últimas horas descubre la frecuencia con que aparece la expresión ‘nuestros mayores’ en los discursos y moralinas de políticos y periodistas. Todos los sacrificios infligidos a la población están destinados a proteger a nuestros mayores. Hasta don Sánchez, de natural torpón en estos menesteres discursivos, introdujo el sintagma en su churchilliana alocución para anunciar el estado de alarma en el que estamos.
El genio de las naciones
El observador confinado en su casa tiene el mundo ante sí como un vasto campo de batalla en la que los distintos cuerpos de ejército adoptan estrategias diversas para enfrentar al enemigo común. La evidencia dice que el número de tácticas para frenar su avance es muy limitado; de hecho, solo hay unas pocas eficientes, iguales para todas las circunstancias. Pero hay que contar con el genio de las naciones.
El huevo originario
Nos gusta que nos expliquen la cosa en un tono de voz amable, tranquilizador, ligeramente elusivo, con gráficas y apelaciones a la ciencia, como si la peste fuera un tema de la ESO que no necesariamente caerá en el examen. El resultado es que aquí el virus se muestra muy musculoso y atlético pues se ha expandido en un medio en el que lo único que sobra es espacio entre las personas y donde las agregaciones de población de dimensiones masivas son pocas y, en apariencia, más fácilmente controlables que en China.