Cada uno de ellos odia al otro con una intensidad fraternal que no tiene parangón respecto a otras fuerzas del mapa político, hasta el punto de que el primero no ha dudado en exhibir su desdén por el segundo y a este le ha faltado tiempo para airear las miserias del primero. ¿Esperan que alguien olvide y les perdone el espectáculo? Lo cierto es que ni la utopía de fibra óptica de don Pedro ni el voluntarismo leninista de don Pablo tienen votos suficientes, ni juntos ni por separado, para formar un gobierno estable.
Una leyenda griega
Lo intrigante de la situación es la mansedumbre con que el electorado griego ha volcado su apoyo a la derecha responsable de la fraudulenta crisis con la que tuvo que lidiar don Tsipras. Como en el famoso microrrelato, cuando los griegos despertaron del austericidio, el dinosaurio que los había engañado y saqueado seguía ahí, listo para hacerse con el mando que los votantes le han entregado sin dudarlo.
El retorno de la ideología, 2
En los dos lances electorales en los que ha medido sus fuerzas, el resultado del pesoe ha sido ambiguo. En las generales pareció captar un deseo generalizado de tranquilidad y buen gobierno después de la insufrible corrupción de la derecha y de la sacudida catalana, y lo consiguió en precario, pero en las autonómicas y municipales no ha podido dominar el avispero de ambiciones locales en que se ha convertido el multipartidismo.
Tangana en el campo de exterminio
Tenemos una clase política infame, plagada de oportunistas ignaros y narcisos. Niños y niñas pijos y pijas, de buena familia, bien alimentados, bien forrados de grados académicos, cuyas apariciones públicas no tienen más objetivo que hacerse un selfie, no importa el lugar ni la circunstancia. Ayer se retrataron en el campo de concentración nazi de Mauthausen,
Tombem el règim del 78
Nada de abruptas demandas de independencia u otras requisitorias utópicas, sino algo tan natural y esperado como el cambio de las estaciones o el año nuevo.