Un lector de las ocurrencias de este rincón me pide que me moje en discernir qué partido político ha tenido más culpa en el fracaso de la formación de gobierno y en las la consecuente repetición de las elecciones. La culpa es una noción moral que no opera en política; y la responsabilidad, tampoco. En último extremo, la culpa es de la ciudadanía que ha elegido a estos personajes sobre los que no tiene ningún control.
Cinco idiotas
La renovación de la clase política ha tenido un efecto perverso e inesperado y ha elevado a lo alto de la cucaña a cinco tipos criados en el bienestar y los videojuegos, narcisistas, eufóricos y absortos. Ninguno de los cinco jefes de filas del arco parlamentario han administrado nunca un presupuesto público ni han gobernado a ningún colectivo cívico, ya sea una comunidad de vecinos o un club deportivo de barrio
Operación ‘Reencuentro’
‘Pepé’ y ‘pesoe’ son dos fincas contiguas cuyos propietarios discuten a veces por cuestiones de lindes y otras minucias de vecinos pero que ahora tienen el objetivo común de librarse de los okupas que les han arrebatado parte del terreno y les están saqueando la fruta. Populistas, indepes, regionalistas de todo pelaje, hala, a los márgenes del predio constitucional de donde nunca debieron salir.
Una guerra antigua
Es como si un aficionado a la historia antigua se encontrara en el patio de su casa a dos vecinos que pelean a garrotazos creyendo ser Aquiles y Héctor. Y ahí estaban, zurrándose de lo lindo don Sánchez y don Iglesias, en medio del parlamento convertido en el teatro de un festival de verano. Ambos ataviados con el raido atrezo del pasado pero intacto el odio que alimentó la relación de las dos corrientes de la izquierda desde los albores del movimiento obrero.
Cuidado con la tonta
Las bobitas tienen un arma secreta que las hace irresistibles: generan una simpatía condescendiente en sus seguidores y desarman la desconfianza de sus adversarios. Doña Ayuso no ganará, probablemente, estas elecciones, pero no será por la sarta de sandeces que ha proferido desde que se presentó en público.